Cod: 189414
Campamento de soldados - VENDIDO
Autor : Cornelis de Wael (Anversa 1592 – Roma 1667)
Época: Siglo XVII
El pintor flamenco Cornelis de Wael pasó la mayor parte de su vida en Génova, donde vivió desde 1616 hasta 1657 cuando, para escapar de la epidemia de peste, se trasladó a Roma, donde permaneció hasta su muerte.
Cornelis tuvo un papel fundamental en la historia de la ciudad y en el intercambio artístico entre Italia y Flandes: pintor y comerciante, su casa-taller (durante algunos años también residencia de su hermano Lucas) era meta de muchos artistas flamencos que llegaban a Italia: entre ellos Antoon van Dyck.
La elección de Génova respecto a otros destinos (Roma, Florencia o Venecia) se debió al hecho de que entonces la ciudad estaba en fuerte crecimiento y en continuo fermento, con potenciales clientes y coleccionistas y con un puerto que tenía un papel fundamental para el intercambio comercial.
De Wael se especializó en batallas de mar y de tierra, así como en bambochadas, género pictórico desarrollado en Roma en el siglo XVII, que unía la tradición flamenca (lienzos poblados por muchísimas figuras) a representaciones de lo cotidiano de la época: escenas urbanas, fiestas o espectáculos teatrales en las plazas, descripción de oficios callejeros (prostitutas, sacamuelas, jugadores, zapateros) pero también historias de viajes y estancias de tropas.
El lienzo es un ejemplo de bambochada de tema militar. Presenta un ejército acampado cerca de algunas construcciones (quizás un pueblo ya saqueado) y una multitud de figuras dedicada a múltiples actividades.
En el centro de la escena, a caballo, están los comandantes vestidos con ropas suntuosas y con el corsé, una coraza ligera que protegía el tórax y la espalda. De pie, el sargento, la figura de espaldas con la alabarda en la mano, recibe órdenes. Alrededor están los soldados. Están los encargados del cañón, un grupo está jugando a las cartas, algunos sentados beben, otros duermen o fuman y, alrededor, otros soldados hablan entre ellos mientras un perro, quizás la mascota del regimiento, asiste a la escena.
Una multitud de figuras todas en movimiento, minuciosamente descritas en los rostros, característicos de Cornelis, y en el vestuario, un ejército reconocible no tanto por un uniforme sino por un color, el rojo, que cada soldado lleva incluso de varias maneras: una faja atada a la cintura, una bufanda enrollada alrededor del cuello, una pluma coloreada adornando el sombrero.
El cuadro está acompañado de la ficha de la Dra. Anna Orlando, que hace una interesante comparación con los cuadros Soldados en parada y Encuentro de soldados conservados en el palacio Interiano Pallavicino de Génova y publicados en Pintura flamenco-genovesa, (U. Allemandi 2012, pág. 66), sin descartar la hipótesis de que pudieran formar parte, junto con el nuestro, de una misma serie, vistas las dimensiones y la misma "consonancia de estilo".
El cuadro ha sido expuesto en la muestra Van Dyck y sus amigos. Flamencos en Génova 1600-1640 (Génova, Palazzo della Meridiana, 9 de febrero - 10 de junio de 2018), a cargo de Anna Orlando, pp. 260-261.
Dimensiones: 97 x 162 cm